Reflexiones

Fundamentos

Fundamentos


Nuestra historia se desarrolla con personas, que trabajan con y para personas, que buscan generar riqueza para mantener algo tan importante como el bienestar social.
Aprendimos y aprendemos de otros. A la vez que enseñamos, descubrimos cosas por nosotros mismos y procuramos que los demás las descubran también.
Cuando empezamos a trabajar en nuestro proyecto, la confusión era grande. Queríamos hacer algo por los demás, pero no sabíamos realmente qué.
Trabajábamos como consultores de negocio cuando descubrimos la estructura ternaria del ser humano.
En principio, la consultoría de negocio nos permitía transformar la estrategia, los procesos y la organización, teniendo como base la tecnología.
A su vez, la estructura ternaria del ser humano nos ayudaría a conocer la naturaleza de sus procesos internos, a través de un modelo sencillo, comprensible y manejable.
Vimos claro que como resultado de la actividad humana, las organizaciones debían reflejar la estructura ternaria del individuo, pero no conseguíamos establecer la conexión entre ambas para generar procesos de transformación.
Entonces el destino puso ante nuestros ojos “el camino a seguir”. Un buen día, trabajando con un grupo de personas, uno de los asistentes contó como su empresa desarrollaba personas y organizaciones para que fueran más efectivas. En definitiva, descubrimos la consultoría de organización.
Aprendimos trabajando con un modelo de dos dimensiones, que facilitaba la transformación de personas y organizaciones, desarrollado a partir de los trabajos del Grupo de Ohio.
En esencia, estos modelos de liderazgo suponen que el ser humano responde a las demandas del entorno combinando, en menor o mayor medida, comportamientos orientados a las relaciones con comportamientos orientados a la tarea.


A partir de esta premisa, nos planteamos dos cuestiones:
La primera, si la estructura del ser humano es ternaria, ¿puede un modelo de dos dimensiones describirlo y desarrollarlo plenamente?
La segunda, sobre la estructura ternaria del ser humano, ¿podría construirse un modelo de trabajo que integrara la consultoría de negocio y la consultoría de organización, para conseguir los ansiados resultados de los procesos de transformación?
La respuesta a la primera cuestión la obtuvimos casi por casualidad, cuando una vez más, el destino puso en nuestras manos un modelo de liderazgo tridimensional, que encajaba perfectamente en la estructura ternaria del ser humano. Describía el pensar (el yo), la acción (el yo en relación) y las reacciones emocionales que inhiben la correcta relación con los demás (la negación del yo).
Este modelo ontológico (basado en la naturaleza del ser humano) es una evolución del modelo bidimensional del Grupo de Ohio, al que se le ha añadido una tercera dimensión, que corresponde a la organización o al sistema de referencia.
Ahora si que podíamos abordar también la segunda de las cuestiones, que consistía en integrar en un modelo único, la estructura ternaria del ser humano, la consultoría de negocio (estrategia, procesos y organización) y la consultoría de organización (el modelo ontológico).
Perseguíamos identificar qué se debería cambiar en las personas y en las organizaciones para mejorar su rendimiento e incrementar su productividad, y como hacerlo, para traducirlo en una mayor rentabilidad.
Y el final de nuestra historia es que lo hemos conseguido. Ahora transformamos personas y organizaciones, en el marco de un modelo ontológico integrado, que nos permite conocer en pocos minutos qué es lo que se debe hacer para mejorar, y como implantar de manera efectiva las mejoras identificadas.
Como todos nosotros, tu también tienes tu propia historia, y tal vez te gustaría que te ayudáramos a escribir una parte de ella. Anímate.

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